Algunas de las imágenes más hermosas del cine contemporáneo llevan la firma de Sandro Aguilar. Con el largo A zona y -sobre todo- con cortos como Voodoo, Mercúrio o Sinais de serenidade... demostró su capacidad para hacer un cine tan enigmático como extrañamente reconfortante, lleno de piezas sueltas que no permiten satisfacer nuestra obsesión por completar una narración. Un cine placentero en extremo una vez que se asume que no pretende ser entendido, sino ser habitado.
Sus últimos trabajos, cada vez más minimalistas, escapan de cualquier intento de relato sin merma alguna de su característico poder de seducción. En el caso de Dive... la fascinación nace de misterios esenciales: la oscuridad de la noche, la inmersión en el agua como espacio ajeno a lo humano, la revelación y el miedo que implica siempre un territorio nuevo. Jewels puede verse como un film científico con reverso tenebroso, con su sucesión de insectos sobre un fondo de luz y esas voces distorsionadas que leen un texto de James Braid, pionero del hipnotismo, y un artículo de la wikipedia sobre la diapausa, estado de inactividad fisiológica común en los artrópodos que permite la supervivencia en condiciones desfavorables.
Martin Pawley. Texto escrito para o catálogo do BAFICI 2014, que programa as dúas curtas de Sandro Aguilar na sección Panorama. O catálogo pode descargarse aquí (PDF, 15,4MB).
Ningún comentario:
Publicar un comentario