Veiled Aristocrats (Oscar Micheaux, 1932) |
Puestos a fijar una fecha fundacional, el año que se señala como inicio de los race films es 1915. No es una elección arbitraria. A comienzos de ese año David Wark Griffith estrenaba El nacimiento de una nación, un descomunal éxito de taquilla tan celebrado por su brillante despliegue de recursos técnicos y narrativos como innegablemente racista ya para el espectador contemporáneo. Con su discurso favorable al Ku Klux Klan como fuerza preservadora de los ‘valores americanos’ y su retrato grotesco de la población negra como una colección de vagos y maleantes obsesionados con violar vírgenes blancas, en la línea de los más nefastos tópicos infelizmente aún no desaparecidos del todo del mapa, la película de Griffith generó controversia y protestas desde el primer momento pero en paralelo desató un ‘orgullo racista’ que motivó un nuevo apogeo del Klan, refundado en Atlanta en ese mismo año 1915 y que en menos de una década llegó a pasar con mucho del millón de seguidores. En ese contexto beligerante y criminal, los colectivos racializados intensifican su mensaje en favor de la igualdad y los derechos civiles al tiempo que se dotan de nuevas herramientas y medios para la difusión de su pensamiento y sus creaciones intelectuales (...)
Martin Pawley. Artigo completo publicado no número 162, de xaneiro de 2022, da revista Caimán Cuadernos de Cine.
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