[Texto en español]
Os festivais de cinema son eventos fundamentais para o desenvolvemento e coñecemento das prácticas cinematográficas. Representan un punto de encontro entre películas, cineastas, público e crítica e convértense en plataformas para sacar á luz os debates máis actuais, as propostas máis arriscadas e iconoclastas, os creadores máis insubornábeis. Os festivais son útiles en canto funcionan coma pezas esenciais nun circuíto de distribución e exhibición alternativo ás esixencias comerciais máis totalizadoras.
Todos somos conscientes do difícil contexto que estamos a vivir. A crise económica parece minar o resto dos valores da nosa sociedade e os recortes están a condicionar unha morea de proxectos en favor dun suposto equilibrio orzamentario. A falta de recursos está a afectar directamente ao sector cultural, ámbito no que se aplican sistemáticas políticas de derrubo que cortan dunha maneira drástica proxectos cuxa xestación requiriu moitos anos.
Nos últimos tempos vemos como a actividade cinematográfica está máis sacudida que nunca pola incerteza, e probablemente os que máis o sofren sexan os festivais de cinema. Foron moitas as alarmas que saltaron en todo tipo de festivais, dos máis veteranos aos máis novos, até que finalmente os malos agoiros se fixeron realidade coa ameaza de suspensión do Punto de Vista de Pamplona, un dos de maior prestixio no campo do cinema de non-ficción a escala mundial.
Con esta carta de defensa dos certames cinematográficos queremos lembrar o seu carácter de baluartes culturais imprescindíbeis, e por iso pedimos aos responsábeis dos distintos gobernos que non executen políticas agresivas nin tomen decisións irreversíbeis e que procuren atopar, en colaboración cos equipos dos distintos festivais, fórmulas axustadas a estes tempos de carencia que exclúan a súa total desaparición.
Galicia, 22 de setembro de 2011
Xurxo González, Martin Pawley e José Manuel Sande
Defensa de los festivales de cine
Los festivales de cine son eventos fundamentales para el desarrollo y conocimiento de las prácticas cinematográficas. Representan un punto de encuentro entre películas, cineastas, público y crítica y se convierten en plataformas para sacar a la luz los debates más actuales, las propuestas más arriesgadas e iconoclastas, los creadores más insobornables. Los festivales son útiles en cuanto funcionan como piezas esenciales en un circuito de distribución y exhibición alternativo a las exigencias comerciales más totalizadoras.
Todos somos conscientes del difícil contexto que estamos viviendo. La crisis económica parece minar el resto de los valores de nuestra sociedad y los recortes están condicionando un montón de proyectos en favor de un supuesto equilibrio presupuestario. La falta de recursos está afectando directamente al sector cultural, ámbito en el que se aplican sistemáticas políticas de derribo que cortan de una manera drástica proyectos cuya gestación requirió muchos años.
En los últimos tiempos vemos como la actividad cinematográfica está más sacudida que nunca por la incertidumbre, y probablemente los que más lo sufren sean los festivales de cine. Fueron muchas las alarmas que saltaron en todo tipo de festivales, de los más veteranos a los más jóvenes, hasta que finalmente los malos augurios se hicieron realidad con la amenaza de suspensión del Punto de Vista de Pamplona, uno de los de mayor prestigio en el campo del cine de no-ficción a escala mundial.
Con esta carta de defensa de los certámenes cinematográficos queremos recordar su carácter de baluartes culturales imprescindibles, y por eso pedimos a los responsables de los distintos gobiernos que no ejecuten políticas agresivas ni tomen decisiones irreversibles y que procuren encontrar, en colaboración con los equipos de los distintos festivales, fórmulas ajustadas a estos tiempos de carencia que excluyan su total desaparición.
Galicia, 22 de septiembre de 2011
Xurxo González, Martin Pawley y José Manuel Sande
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