Empezó muy pronto. Mi abuela, que era viuda de un republicano fusilado, encontró trabajo en el equipo de acomodadores del cine Dorado de Zaragoza y algunas veces me llevaba con ella. Entrábamos por la puerta de atrás y mientras se ponía el uniforme me dejaba en un patio lleno de plantas; recuerdo el olor a intensísima hierbabuena, que era como un preámbulo para el ritual posterior. Cuando se apagaban las luces, me metía en la sala y me dejaba sentado en la última fila. Yo tenía cuatro años y ahí veía películas para mayores. Claro, lo que más me impresionaba entonces eran las películas del oeste, las películas mexicanas y sus canciones. Me impresionaba mucho la sonoridad en la sala oscura, la dimensión que adquirían las voces y la música, cómo la música intensificaba las escenas (...)
Martin Pawley. Entrevista completa a Santiago Auserón no número 180, de setembro de 2023, da revista Caimán Cuadernos de Cine, dispoñíbel nos quioscos dende o 1 de setembro.
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