martes, 29 de abril de 2025

Hacer películas para existir. Entrevista a Kamal Aljafari.

El festival Documenta Madrid dedica uno de sus focos al cineasta palestino Kamal Aljafari, cuya obra celebra el papel de la memoria y las imágenes como forma de resistencia ante la barbarie. Una exploración del cine como registro que preserva la vida y la identidad de un pueblo contra los intentos sistemáticos y abyectos de borrado y deshumanización. 

Hacer películas no es una opción obvia como profesión en ningún lugar, pero todo parece mucho más difícil en Palestina, así que me gustaría que explicara cómo llegó al cine. 
Mi decisión de hacer película estuvo ligada al deseo de irme del país y estudiar en el extranjero, y esto tenía que ver con la sensación de que mi país ya no era mi país. Es mentalmente doloroso para los palestinos estar en Palestina y no sentirte en casa, porque vives bajo un régimen que te hace sentir totalmente fuera de lugar a pesar de que este es tu lugar. Tenía 26 años y me fui a Colonia; para mi expresión artística fue necesario no seguir allí y elegir vivir en el exilio. Todo lo que he hecho está relacionado con esta experiencia, pero al mismo tiempo la mayoría de mis películas hablan de Palestina y de ser palestino. No es algo de lo que puedas escapar, ser palestino te acompaña a todas partes.

Cuando vivía en Palestina, ¿el cine estaba presente en su vida? Y, en particular, las obras de cineastas palestinos.
No creo que me interesara especialmente el cine de joven, por más que viera películas como cualquier otro. Era adolescente cuando empezó la primera Intifada, en 1987, y eso nos abrió los ojos a los jóvenes a la cultura y también al cine que existía o empezaba a existir en Palestina en los 80, ciertos textos que se volvieron esenciales para mí, como la poesía de Mahmud Darwish o las novelas de Ghassan Kanafani. Una de las primeras películas palestinas que vi fue Ma'loul celebra su destrucción de Michel Khleifi, un cortometraje documental sobre la gente de Ma'loul, una aldea destruida en Galilea, que visitaba su tierra cada año. Crónica de una desaparición (Elia Suleiman, 1996) fue un verdadero descubrimiento, me atrajo mucho su manejo de la realidad, la poesía del día a día. Hacer cine está, para mí, relacionado con la experiencia de crecer en una época revolucionaria en Palestina, con un movimiento cultural enorme (...)

Martin Pawley. A entrevista completa pode lerse no número 199, de maio de 2025, da revista Caimán Cuadernos de Cine, dispoñíbel nos quioscos dende o 29 de abril.

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